Ahora sabemos que lo es, y por eso nos sentimos impulsados a despertar de él, esperando así redimir el tiempo pasado de supuestas «malas decisiones» o «malos momentos…En fin, un ejercicio de superar y aceptar ,que no presume ser fácil, pero que llegados a este punto donde la premisa de la libertad se empieza a palpar, no deja espacio a volver atrás.
Hay que seguir hacia delante,seguir aprendiendo, creciendo. Como niños que vuelven a querer dar los primeros pasos , pero ahora con consciencia. Con un hambre de conocer y conocerse ¡DE VERDAD!